martes, septiembre 26, 2006

Ermitaño...




Cuando llego a mi puerta, me costo reconocerlo pero al mirarlo detenidamente me di cuenta, que lo conocía desde hace mucho tiempo tan sólo me había olvidado de su rostro con una mirada que se clavo en mí dijo lo que quería, con una crueldad y frialdad que sólo lo entregan los años de una continua amargura y soledad en sí mismo. La veracidad de sus palabras me consumieron dé tal manera que no sabía que decir ni que sentir.
Por un momento me sentí desolada, triste, abatida con una segunda mirada a este extraño personaje que se encontraba frente mío, me hizo recordar las tantas veces que había compartido con él, no necesariamente eran malos momentos, en ocasiones lo disfrute bastante y en otras ironice con un perfecto humor negro, lo suficiente para creer que todo se trataba de una mentira.
Ahora, él había dicho lo que tenía que decirme y sin más se marcho.
¿Quizás esa sea su misión?, Visitarme de vez en cuando, para decirme lo que yo no me atrevo a decirme o a reconocer.
La crueldad de sus palabras, significa algo para mí, ya que quedan resonado constantemente sus palabras en mi interior y me hace ver la realidad tal cual es sin magia ni ideales falsos.
La visita del Ermitaño duro sólo uno segundos , sin embargo la sensación de paz aún la guardo en mi corazón , ¿Cuando volverá a visitarme?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aveces pienso que las cosas son mas que palabras o explicaciones a muchas cosas que pueen resultar ciertas, o no. Tambi{en en otras oportunidades pienso que el sentido de todo es eso mismo, buscarle un sentido. Pero hay otras mas, en las que solo siento... no se si las personas cumplimos o no ciertas cosas, por motivos indistintos, sino que más bien somos un armario de emociones, lo que sea que signifique eso que acabo de decir. bueno demasiado comentario esto no es sino que sepas que estoy ahi, o quizas en ams partes de las que me encuentro, cuidate y que estés.